Extractos de la entrevista de Alejandra Delgado al autor de “Mentirosa”, en el programa “La Juguera”, de Radio Valentín Letelier
-¿Cómo ha sido el paso de la poesía a la prosa? ¿Qué se mantiene de ese tránsito, escrituralmente hablando?
-Uno siempre está realizando ejercicios escriturales, llegué sin quererlo a construir cuentos que alguna vez inicié y yo lo veía como prosa poética. Pensé que estaba escribiendo prosa poéticas algunos años atrás… Soy un poeta que escribe novelas…
-¿Que busca crear que efectos estéticos en el lector?
-Necesariamente tienes que pensar en el efecto, tienes que ponerte como lector. La idea mover el piso al que está leyendo el libro, molestarlo, fastidiarlo.
-¿Eso se logra con la búsqueda de la palabra precisa, la oración justa?
-Va con el uso del lenguaje, pero también con fotografiar instantes de la gente, del otro, en que el se ha visto, y ponerlo ahí: o se ven descubiertos, o se ven ridiculizados, o patéticos cuando descubren que han estado en esa situación y no se han visto.
-¿Tus personajes son fuera de norma siempre?
-Se conforman a partir de un personaje que puede ser bastante convencional, la idea es que luego vayan deformándose, transformándose, hasta llegar a un estado de locura o de desquiciamiento que sea extremo.
-Eso es lo que le pasa a la protagonista de “Mentirosa”…
-Sí, es una fanática religiosa evangélica, crece y se educa con eso; no hay un juicio a la estructura religiosa evangélica, sino una representación con lo que ocurre a nivel chileno con las religiones, con la evangélica, la católica, con los mormones, los pentecostales…Claramente ella, por un tema de poder, hace cosas que no debiera y todas las cosa que hace son completamente negativas, se supone que las hace porque dios le ha dicho que las haga.
-Como acostarse con el pastor…
-Eso es lo menor dentro del libro, lo más suave, acostarse en la oficina con el pastor…
-¿El nombre “Mentirosa” a qué alude?
-Hay un juicio generalizado. Puede haber sido “Mentiroso”, pero me parece atractivo hacer ese travestismo literario. Es más desafiante asumir la voz de una mujer, no es fácil hablar como mujer, pensar como mujer en la escritura para tomar un personaje.
-¿Y cómo lo logras?
-Observando. Yo no anoto ni tomo notas, no ando con libretitas, soy muy voyeur, muy mirón, nada más.